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Las evidencias científicas de los omega 3 dicen que nutre el cerebro y que "lubrica las articulaciones". Está demostrado que el pescado contiene unas grasas características llamadas omega 3 y parece que tienen unas propiedades extraordinarias. ¿Pueden ser el ingrediente clave que parece faltar en la dieta y que contribuiría a mantener sano el corazón?
Algunos científicos están trabajando sobre la hipótesis de que muchas de las enfermedades del cerebro, incluida la depresión, podrían ser tratadas con omega 3. Un experimento vanguardista pretende averiguar si los omega 3 podrían estimular la inteligencia infantil.
"Pescado, el oro azul" sigue de cerca, por ejemplo, el desarrollo del mayor ensayo científico realizado sobre los efectos del consumo de pescado azul (pescado de alta mar, que tienen la cola como cortada en dos puntas, no cola cortada derecha) sobre la potenciación de la inteligencia en los niños. Si la hipótesis es correcta, estos niños podrían acabar siendo más listos, tendrían mejores capacidades de lectura y dibujo, y dispondrían de una mayor capacidad de concentración.
Una de las primeras personas que se dieron cuenta de la importancia de los ácidos grasos omega 3 fue el científico británico Hugh Sinclair, quien en los años cuarenta, al analizar la dieta de los Inuit, encontró que, aunque comían enormes cantidades de grasa, apenas presentaban problemas cardiacos. Sinclair pensó que se debía a los efectos protectores de los ácidos grasos omega 3, presentes en el aceite de pescado.
Este documental estudia nuevas posibilidades de acción de los omega 3 para combatir enfermedades como el Alzheimer y el Párkinson, así como los efectos de la ingesta de estos ácidos grasos sobre el desarrollo cerebral durante las etapas del crecimiento humano. También nos muestra como la sobreexplotación del mar esta poniendo en peligro este recurso. La explotación pesquera intensiva a la que se está sometiendo a los bancos de peces hace que muchos recursos todavía por descubrir puedan desaparecer.
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