28 julio 2011

[doc] COPIAD, MALDITOS + carátula

resubida
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¿Qué es la propiedad intelectual? ¿Y el copyright? ¿Hasta qué punto se puede poseer una idea? ¿Qué derechos emanan de esta propiedad reconocida ampliamente por la ley desde los tiempos de la revolución industrial? Hace unas semanas, Televisión Española, tras años finalizando sus programas con el símbolo ©, emitió por primera vez un programa distribuído bajo licencia Creative Commons: un documental que trata justamente sobre el derecho de copia y difusión de las obras intelectuales.

El documental empieza con cuatro definiciones de “copiar”, entre las cuales: «Copiar significa no tener imaginación» y «Copiar significa la génesis de la creación». La primera, tan original e imaginativa, es de la directora de una editorial, la segunda, más honesta y realista, es de un abogado experto en temas legales ligados a la propiedad intelectual y a las tecnologías de la información y la comunicación.

¿Acaso hay alguien que crea honradamente que los humanos somos capaces de aprender de la nada, sin apoyarnos en lo que han hecho los demás antes de nosotros? Y no se trata sólo de los productos de entretenimiento que tanto interesan los Ministerios de Culturas de los estados dependientes de los EEUU, sino de las obras maestras de la historia de todas las artes. ¿Hubiera podido Mozart desarrollar su genio creador si Haydn hubiera patentado la forma sonata? Bueno, en realidad ni Haydn ni Mozart y tampoco Beethoven hubieran podido escribir esas sonatas, sinfonías o cuartetos si Bach hubiera sido socio de alguna organización parecida a las actuales Sociedades de Derecho de Autor, puesto que, para defender su Clave Bien Temperado, ésta hubiera impedido el uso del sistema temperado hasta 1820: adiós al desarrollo de la forma sonata. ¿Y qué hubiera pasado con la pintura si Brunelleschi y sus herederos hubieran prohibido utilizar la perspectiva hasta pasados 70 años desde su muerte? Y las catedrales góticas,  ¿cuántas de ellas no habrían podido ser edificadas si la construcción del primer arbotante hubiera comportado la prohibición a los demás arquitectos de copiar ese recurso?
Definitivamente: copiar es la génesis de la creación. Mirar Las Meninas de Picasso y repetir en voz alta la tercera frase del documental, «Copiar significa no tener imaginación»...

La triste realidad es que, aunque parezca increíble, hoy en día, en plena era de la información y la comunicación, esos son los plazos para que se pueda emplear libremente una obra. En el documental se explica cómo se han ido ampliando (y se sugiere la razón), cuando debería haber sido justamente al revés: conforme iban mejorando las técnicas de reproducción y difusión debería haberse recortado ese plazo, pues la explotación económica ahora es mucho más rápida, lo que permite recuperar la inversión y ganar la legítima recompensa al trabajo realizado en menos tiempo. Pero ahí está el problema: no les basta con obtener su legítima recompensa, sino que quieren más, y más, y más…

Por supuesto que tienen importancia los derechos morales, el primero de los cuales es la autoría, y de lo realmente reprobable que es el plagio. Sólo se puede firmar lo que se ha creado y, si se copia algo, hay que referenciarlo adecuadamente. ¿Hasta qué punto puede ser un delito copiar? ¿No copiamos todos constantemente cuando pensamos?
Una nueva batalla ha comenzado, las compañías discográficas se quejan de pérdidas millonarias, mientras que los usuarios piden que se les permita usar una tecnología que está disponible y no se puede mirar hacia otro lado. Uno de los mayores exponentes de esta realidad es el software libre, y más concretamente el sistema operativo Linux. Hoy en día Linux es casi tan sencillo como Windows y millones de personas lo utilizan en todo el mundo sin tener que pagar por ello. Además, ha sido desarrollado por personas que lo mejoran y lo ponen a disposición del público sin ningún tipo de restricción.

En el mundo editorial ya existen modelos basados en la publicación libre de las obras en internet. Curiosamente, no hace que las ventas de los trabajos editados en papel bajen (¡las buenas obras aumentan sus ventas!), pues los compradores se sienten más seguros al poder leer lo que buscan antes de comprarlo. Se abre entonces un nuevo sentido de la propiedad intelectual que tiene ya millones de adeptos: el copyleft.

26 julio 2011

[doc] USAR DEUDA COMO DINERO... + carátula


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¿ CRISIS DE LA DEUDA ?... ¡ PROBLEMA DEL SISTEMA !

El siguiente documental, al hilo de la actual crisis económica, explica no sólo el modo en que surgió el dinero en sus inicios sino el entramado que se generó a posteriori y que hoy es llamado "sistema financiero mundial".
Es un documental muy completo sobre el funcionamiento del sistema bancario y monetario. De una forma comprensible y amena se explica la historia de la banca y del dinero desde sus orígenes, así como de los mecanismos que permiten a la industria bancaria crear dinero a voluntad mediante préstamos. Esta capacidad otorgada a determinadas instituciones privadas de utilizar su “deuda” como dinero, es la clave para explicar el crecimiento exponencial de la economía, consecuencia del incremento de la explotación de recursos naturales necesaria para respaldar con algo de valor este dinero inyectado artificialmente a la economía y sus intereses.
De este modo, la población mundial acaba por convertirse en esclava de su deuda y se ve obligada a sacrificar buena parte de su vida para hacer frente a los intereses mientras el incremento de la masa monetaria, al inyectarse el dinero prestado en la economía, reduce su poder adquisitivo conforme aumenta la cantidad de dinero en circulación (que causa inflación).
También se plantean preguntas muy interesantes respecto al papel que juegan los gobiernos en el mantenimiento de esta forma de economía –que permite prestar dinero sacado de la nada y cobrar intereses por ello– y por qué prefieren pedir préstamos a los bancos para conseguir financiación adicional cuando ellos mismos podrían imprimir el dinero, y sin interés, puesto que los efectos inflacionistas de ambas medidas son similares.
Entre los argumentos más chocantes se destaca la idea de que el pago de todas las deudas ¡produciría la mayor crisis económica de la historia!

23 julio 2011

[doc] ATOMIC CAFÉ + carátula


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Atomic Cafe es una valiosa recopilación de documentos, olvidados y perdidos, durante la guerra fría sobre la propaganda pro-nuclear y la bomba atómica.
En ella nos cuentan todo «lo que deberíamos saber para salvarnos durante un ataque atómico...» Causa risa hoy día, pero «el chantaje de la utilidad» que se dio en esa época histórica resulta patético, vendiendo la necesidad de refugios antiaéreos y de protección, demostrando (y calculando) la docilidad de la gente y consiguiendo crear una nueva necesidad artificial por la cual trabajar.
Atomic Cafe es una película realizada en 1982 donde se recogen fragmentos de películas de los años 40 y 50 de los archivos documentales del gobierno estadounidense –propaganda educativa y defensa civil– y relacionadas con la energía nuclear y la bomba atómica. Se trata de una visión escalofriante y sarcástica de la paranoia norteamericana sobre la guerra nuclear y de su inconsciente campaña de mentiras y desinformación. Incluye escenas surrealistas que muestran a soldados ubicados en áreas devastadas por explosiones nucleares y cuya única protección son unas sencillas gafas de sol, a una piara de cerdos ¡uniformados de militares!, abandonados a morir en una zona de máxima devastación durante una prueba nuclear, para comprobar si los seres humanos (cuya piel tiene la misma consistencia que la de los cerdos) pueden soportar la prueba ... y también una película de dibujos animados donde "La Tortuga Burt" enseña a los niños de una escuela a agacharse y esconderse bajo sus pupitres (!!!) en el caso de que se produzca una explosión atómica.
La película fue producida en un período de cinco años gracias a la colaboración de tres directores: Jayne Loader, y los hermanos Kevin Rafferty y Pierce. Crearon la compañía de producción The Archives Project, Inc. Los realizadores optaron por no utilizar relato alguno, y en su lugar desplegar secuencias construídas de fragmentos de películas. Jayne Loader se ha referido a Atomic Cafe como una compilación-verdad, es una película documental sin "voz off".
Uno de los directores de cine, Kevin Rafferty, más tarde se hizo amigo de un joven Michael Moore que estaba buscando consejo sobre cómo hacer su primera película, Roger & Me. Rafferty terminó por convertirse en el director de fotografía y mentor del cine de Moore - que ha reconocido la influencia sobre su propio cine.