Esta película es el resultado de un trabajo profesional que comenzó con las excavaciones realizadas entre 1999 y el 2001, por el arqueólogo peruano Guillermo Cock en el cementerio Inca de Puruchuco, al este de Lima, la capital de Perú. Ahí se descubrieron entre 2,200 y 2,400 restos humanos enterrados en la época de la invasión española, los que habían sido enterrados sin el respeto y cuidado que el pueblo Quechua (los Incas) acostumbraba. Estos restos además tenían huellas de violencia, los que narran la historia de fieras batallas libradas en el siglo XVI.
Combinando la arqueología, ciencias forenses y nuevas investigaciones de documentos de comienzos de la colonia, este documental demuestra que hubo una resistencia armada de los Incas frente a los hispanos, y que los recién llegados no pelearon solos.
Las heridas mortales de los restos humanos no fueron causadas por balas ni cortes de lanzas metálicas, sino por armas lanzadas por otros indígenas. La historia contada en las crónicas españolas que decían que un puñado de españoles vencieron a un gran número de guerreros Incas había sido mentira. En realidad los españoles tuvieron el apoyo de guerreros indígenas locales, gracias a acuerdos secretos y en medio de una guerra civil contra los Incas.
El trabajo de excavación y estudio de los restos de Puruchuco aún no han concluido. Parte del cementerio Inca está cubierto por el barrio de Tupac Amaru cuyos pobladores pobres viven en esa zona desde hace varios años, y se niegan a retirarse.
Combinando la arqueología, ciencias forenses y nuevas investigaciones de documentos de comienzos de la colonia, este documental demuestra que hubo una resistencia armada de los Incas frente a los hispanos, y que los recién llegados no pelearon solos.
Las heridas mortales de los restos humanos no fueron causadas por balas ni cortes de lanzas metálicas, sino por armas lanzadas por otros indígenas. La historia contada en las crónicas españolas que decían que un puñado de españoles vencieron a un gran número de guerreros Incas había sido mentira. En realidad los españoles tuvieron el apoyo de guerreros indígenas locales, gracias a acuerdos secretos y en medio de una guerra civil contra los Incas.
El trabajo de excavación y estudio de los restos de Puruchuco aún no han concluido. Parte del cementerio Inca está cubierto por el barrio de Tupac Amaru cuyos pobladores pobres viven en esa zona desde hace varios años, y se niegan a retirarse.
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