13 febrero 2011

[doc] LAS SEMILLAS DE LA DISCORDIA + carátula


El combustible que mueve actualmente el mundo acabara desapareciendo. Cómo solucionar ese problema nos aporta un gran debate. El transformar cultivos alimentarios en biocombustible para alimentar todo tipo de vehículos, crea diversas opiniones ¿Una solución o una nueva amenaza alimentaria?
El petróleo, la energía fósil que mueve el sistema mundial de transporte, está consumiéndose. Las amenazas son estratégicas y ambientales. Cada vez es más caro y más escaso, juega en el tablero de la geopolítica y, además, es uno de los mayores responsables del calentamiento global del planeta.
El mundo desarrollado no quiere pararse y ha buscado una alternativa a corto plazo: los biocombustibles. Para unos, esperanzadoras cosechas de carburante verde y para otros, nueva amenaza planetaria.
Los biocombustibles de ahora, los de primera generación, se fabrican a partir de maíz, soja, caña de azúcar, trigo, girasol y colza. Las mismas materias primas que dan de comer a media humanidad. La estrategia europea, de la que formamos parte, prevé aumentar el consumo de biocarburantes en los próximos años.
¿Cuál será su procedencia? ¿Hay materias primas suficientes en Europa o ha empezado una nueva colonización mundial? ¿Se puede garantizar que son sostenibles?¿Están perdiendo los países en desarrollo su soberanía alimentaria para dar de comer a los motores del primer mundo?
La seguridad energética ha entrado en conflicto con la seguridad alimentaria. Por eso, se desarrolla ya una segunda generación de biocarburantes que no compiten con los alimentos.

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