Cerdo, leche, pan, huevos, tomates. Cada proceso es distinto y no nos preguntarnos si realmente sabemos lo que comemos. La respuesta es clara: definitivamente no sabemos lo que comemos. Lo dicen todos los expertos consultados y comprobado en las grandes superficies, mercados y restaurantes.
Se ha hecho una lista de compras: seguiremos la cadena de los cinco alimentos más consumidos (cerdo, leche, pan, tomate y huevos). Se ha ido a las regiones con más producción a hablar con los ganaderos y agricultores, a preguntar cómo hacen su trabajo pero también a escuchar sus críticas hacia los consumidores. Se han visitado las empresas líderes del sector para comprobar de primera mano cómo se elaboran los alimentos.
Pero también se ha hablado con expertos en nutrición y con la Agencia de Seguridad Alimentaria y su mensaje no es muy optimista: estamos abandonando masivamente la dieta mediterránea, nuestros niños y jóvenes son cada vez más obesos, el gasto en sanidad va a aumentar en unos años y, lo más importante, si no cambiamos nuestros hábitos alimentarios podríamos vivir hasta 10 años menos.
Pero también se ha hablado con expertos en nutrición y con la Agencia de Seguridad Alimentaria y su mensaje no es muy optimista: estamos abandonando masivamente la dieta mediterránea, nuestros niños y jóvenes son cada vez más obesos, el gasto en sanidad va a aumentar en unos años y, lo más importante, si no cambiamos nuestros hábitos alimentarios podríamos vivir hasta 10 años menos.
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