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Como parte de su amplia trayectoria como cineasta, Pino Solanas viene desarrollando una serie de películas documentales dedicadas a la Argentina del siglo XXI. En ese sentido, a Memoria del Saqueo (2004), La Dignidad de los Nadies (2005), Argentina Latente (2007), La Próxima Estación (2008) y Tierra Sublevada 1 - Oro Impuro (2009) les sigue ahora la flamante Tierra Sublevada 2 - Oro Negro.
Como los anteriores films, éste hace un viaje de descubrimiento y fue rodado en los principales yacimientos de hidrocarburos del país. En la Patagonia, Cerro Dragón, Loma de La Lata y Cutral Co. Y en Salta, cerca de la frontera boliviana, General Mosconi, Campamento Vespucio y Campo Durán.
Oro Negro mantiene el lenguaje de cine-ensayo iniciado por Solanas con su famosa La Hora de los Hornos (1968) y desarrollado en los seis films de la saga. Es un cine de fusión de géneros, donde se alternan crónicas con secuencias recreadas, imágenes de archivo y retratos humanos de sus protagonistas: trabajadores, ingenieros, pobladores, especialistas. Oro Negro relata las resistencias populares a la privatización del petróleo en nuestro país y sus trágicas consecuencias hasta hoy.
La función de pre-estreno de Oro Negro se realizó en el Museo de Arte Latinoamericano, el MALBA. Además del periodismo, llenaron la sala amigos, familiares y dirigentes del Movimiento Proyecto Sur. Luego de la proyección Pino Solanas habló con los presentes. Entre otros conceptos, afirmó: «Este fresco está centrado en el fracaso económico, social y humano que dejó la venta de las dos principales empresas argentinas, YPF y Gas del Estado, que fueron una de las mayores estafas de la historia nacional. Su venta está ligada a la ilegítima deuda externa que dejó la dictadura militar, y el proceso privatizador que se profundizó con la prórroga de las concesiones de Carlos Menem autorizadas por Néstor Kirchner».
«Países como Venezuela, Bolivia, Rusia y Ecuador anularon las concesiones petroleras porque no cumplían con los contratos. El único país que no lo hizo y mantiene la política privatista es la Argentina. Hoy la civilización del petróleo está llegando a su ocaso. Después de impulsar el desarrollo del capitalismo y sus grandes industrias, ha contaminado la naturaleza, el aire y el agua», finalizó.
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