Nada más pisar la tierra de sus padres, Xavi, recientemente incorporado al Osasuna de Pamplona, se da de bruces con el pasado. A sus treinta y tantos acaba de poner por primera vez los pies fuera del Paisito y se reencuentra con Rosana que, entre el amor y el odio, se ha pasado veinte años esperando que Xavi viniera a buscarla y le explicara sus recuerdos de aquel Uruguay de 1973.
Aquel Uruguay en el que mismo su famosa democracia y sus millones de cabezas de ganado, no podían ocultar el descontento del pueblo, la corrupción endémica de los políticos. El Uruguay de los tupamaros, los milicos o el golpe de estado que ya se sabía lo que sería. En medio de todo aquello, el padre de Rosana y el de Xavi no querían otra cosa que proteger a sus hijos y vivir una vida consecuente con sus ideas... y ver fútbol, claro. Porque en el Paisito el fútbol lo es todo, incluso en tiempos de guerra.
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