Largometraje de género documental basado en entrevistas a setenta personas sobre el conflicto vasco. La intención es la de ofrecer, desde su diversidad, un retrato de los múltiples aspectos de un viejo problema, de base nacionalista y cuya consecuencia más devastadora es la persistencia de la lucha armada de ETA. El documental está hecho desde la convicción de que este atormentado árbol vasco padece una enfermedad, desde sus raíces hasta sus ramas más recientes, de carácter eminentemente político. La actitud y el objetivo final es invitar al diálogo entre las partes, un necesario diálogo político que en estos momentos está totalmente bloqueado. Se parte de la idea de que, posiblemente, nadie puede ser dueño de la verdad absoluta, sino que ésta, aparte de definirse sólo en términos relativos, se encuentra fraccionada y diversificada en cada uno de los entrevistados. Se trata de dar la oportunidad, desde el respeto, a que cada uno tenga derecho a exponer lo que piensa y siente, con la sana sospecha de que todos son dueños, por lo menos, de una verdad parcial.
"La pelota vasca, la piel contra la piedra" es un film documental acerca de la situación del País Vasco y Navarra, en la que relata la situación del euskera, la historia de Euskadi Ta Askatasuna (ETA) y los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), la situación de los presos de ETA, y las víctimas y amenazados de la guerrilla, además de aspectos de la historia del País Vasco y Navarra (con una visión sobre los 7 territorios de Euskal Herria), desde las Guerras carlistas, pasando por el bombardeo de Guernica hasta la presentación del Plan Ibarretxe.
El documental mezcla imágenes aéreas del País Vasco, momentos diversos de un partido de pelota vasca, escenas de diversas películas anteriores acerca del tema del que trata, imágenes de diversos medios de comunicación y trozos de entrevistas a diversas personas relacionadas con esta tierra.
Mireia Lluch Bramón, hija de Ernest Lluch (muerto por ETA), decidió producir el montaje de sonido de la película con parte de la herencia de su padre. Durante el visionado se ve una escena de la manifestación contra el asesinato de Ernest Lluch, en la que Gemma Nierga (directora de La Ventana, programa en el que colaboraba el político), y que era la persona encargada de leer el manifiesto conjunto, añadió la frase siguiente: «Estoy convencida de que Ernest, hasta con la persona que le mató, hubiera intentado dialogar: ustedes (dirigiéndose a los políticos), que pueden, dialoguen por favor.»
Esta petición de diálogo con la organización insurgente causó sorpresa y disgusto entre parte de los manifestantes y de los representantes políticos que rechazaban cualquier negociación, que habían pactado una manifestación conjunta de todos los partidos democráticos.
"La pelota vasca, la piel contra la piedra" es un film documental acerca de la situación del País Vasco y Navarra, en la que relata la situación del euskera, la historia de Euskadi Ta Askatasuna (ETA) y los Grupos Antiterroristas de Liberación (GAL), la situación de los presos de ETA, y las víctimas y amenazados de la guerrilla, además de aspectos de la historia del País Vasco y Navarra (con una visión sobre los 7 territorios de Euskal Herria), desde las Guerras carlistas, pasando por el bombardeo de Guernica hasta la presentación del Plan Ibarretxe.
El documental mezcla imágenes aéreas del País Vasco, momentos diversos de un partido de pelota vasca, escenas de diversas películas anteriores acerca del tema del que trata, imágenes de diversos medios de comunicación y trozos de entrevistas a diversas personas relacionadas con esta tierra.
Mireia Lluch Bramón, hija de Ernest Lluch (muerto por ETA), decidió producir el montaje de sonido de la película con parte de la herencia de su padre. Durante el visionado se ve una escena de la manifestación contra el asesinato de Ernest Lluch, en la que Gemma Nierga (directora de La Ventana, programa en el que colaboraba el político), y que era la persona encargada de leer el manifiesto conjunto, añadió la frase siguiente: «Estoy convencida de que Ernest, hasta con la persona que le mató, hubiera intentado dialogar: ustedes (dirigiéndose a los políticos), que pueden, dialoguen por favor.»
Esta petición de diálogo con la organización insurgente causó sorpresa y disgusto entre parte de los manifestantes y de los representantes políticos que rechazaban cualquier negociación, que habían pactado una manifestación conjunta de todos los partidos democráticos.
Con sus mil lenguas desatadas, con su verde clamor de esperanza, las calles se llenan de rabia.
Y las cárceles detienen su dolor para escuchar a un pueblo que canta en medio de una tarde negra, negra, negra de democracia.
Las conciencias que no duermen la siesta han partido en dos el silencio de una ciudad vigilada.
Se alargan las voces que recuerdan las cadenas perpetuas, los presos enfermos, los cautivos esparcidos.
Hoy Bilbao fue una ciudad girando alrededor de un sólo grito, el grito único de la paz.
De esa paz sin tortura, de esa paz que entre rejas no sabe rendirse.
De esa paz que hoy habló claro para decir: aquì estamos, no os olvidamos.
Para decir: no habrá paz sin justicia.
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