26 noviembre 2012

[doc] LA DOCTRINA DEL SHOCK + carátula + streaming

Pedida por Lonco Pincen
Clicar en la imagen para descargar la carátula

 ¡DOCUMENTO ESENCIAL! 

De Chile a Irak, la tortura ha sido el socio silencioso de la cruzada por la libertad de mercado global. Pero la tortura es más que una herramienta empleada para imponer reglas no deseadas a una población rebelde. También es una metáfora de la lógica subyacente en la doctrina del shock. La tortura, o por utilizar el lenguaje de la CIA, los “interrogatorios coercitivos”, es un conjunto de técnicas diseñado para colocar al prisionero en un estado de profunda desorientación y shock, con el fin de obligarle a hacer concesiones contra su voluntad.

La lógica que anima el método se describe en dos manuales de la CIA que fueron desclasificados a finales de los años 90. En ellos se explica que la forma adecuada para quebrar “las fuentes que se resisten a cooperar” consiste en crear un ruptura violenta entre los prisioneros y su capacidad de explicarse y entender el mundo que los rodea. Primero, se priva de cualquier alimentación de los sentidos (con capuchas, tapones para los oídos, cadenas y aislamiento total), luego el cuerpo es bombardeado con una estimulación arrolladora. En esta etapa se “prepara el terreno” y el objetivo es provocar una especie de huracán mental: los prisioneros caen en un estado de regresión y de terror tal que no pueden pensar racionalmente ni proteger sus intereses.
En ese estado de shock, la mayoría de los prisioneros entregan a sus interrogadores todo lo que estos desean: información, confesiones de culpabilidad, la renuncia a sus creencias. Uno de los manuales de la CIA ofrece una explicación particularmente sucinta: «Se produce un intervalo que puede ser extremadamente breve, de animación suspendida, una especie de shock o parálisis psicológica. Esto se debe a una experiencia traumática que hace estallar, por así decirlo, el mundo que al individuo le es familiar, así como su propia imagen dentro del mundo. Los interrogadores experimentados saben reconocer ese momento de ruptura y saben que en ese intervalo la fuente se mostrará más abierta a las sugerencias, y es más probable que coopere».

Así funciona la doctrina del shock: el desastre original –llámese golpe, ataque terrorista, colapso del mercado, guerra, tsunami o huracán- lleva a la población de un país a un estado de shock colectivo. Las bombas, los estallidos de terror, los vientos ululantes preparan el terreno para quebrar la voluntad de las sociedades tanto como las lluvias de golpes someten a los prisioneros en sus celdas. Como el aterrorizado preso que confiesa los nombres de sus camaradas y reniega de su fe, las sociedades en estado de shock a menudo renuncian a valores que de otro modo defenderían con entereza.

En Sri Lanka, meses después del catastrófico tsunami del año 2004 los inversores extranjeros y los donantes internacionales se coordinaron para aprovechar la atmósfera de pánico, y conseguieron que les entregaran toda la costa tropical. Los promotores urbanísticos estaban construyendo grandes centros turísticos a toda velocidad, impidiendo a miles de pescadores autóctonos que resconstruyeran sus pueblos, antaño situados frente al mar. «Es una cruel broma del destino, la naturaleza ha ofrecido a Sri Lanka una oportunidad única: de esta terrible tragedia nacerá un destino turístico de primera clase», anunció el gobierno. Cuando el Katrina destruyó Nueva Orleáns, la red de políticos republicanos, thing tanks y constructores empezaron a hablar de “un nuevo comienzo”. Estaba claro que se trata del nuevo método de las multinacionales para lograr sus objetivos: aprovechar momentos de trauma colectivo para dar el pistoletazo de salida a reformas económicas y sociales de corte radical.

La idea de aprovechar las crisis y los desastres naturales ha sido el modus operandi clásico de los seguidores de Milton Friedman desde el principio. Esta forma fundamentalista del capitalismo siempre ha necesitado de catástrofes para avanzar. Sin duda las crisis y las situaciones desastre era cada vez mayores y más traumáticas, pero lo que sucedía en Irak y Nueva Orleáns no era una invención nueva, derivada de lo que sucedía el 11 de setiembre. En verdad, estos audaces experimentos en el campo de la gestión y aprovechamiento de las situaciones de crisis eran el punto culminante de tres décadas de firme seguimiento de la doctrina del shock. A la luz de esta doctrina, los últimas treinta y cinco años adquieren un aspecto singular y muy distinto al que nos han contado. Algunas de las violaciones de derechos humanos más despreciables de este siglo, que hasta ahora se consideraban actos de sadismo fruto de regímenes antidemocráticos, fueron de hecho un intento deliberado de aterrorizar al pueblo y se articularon activamente para preparar el terreno e introducir las “reformas” radicales que habrían de traer ese ansiado libre mercado.


PARA MIRAR EL DOCUMENTAL AHORA, CLICAR EN EL TRIÁNGULO (1h19m)

23 noviembre 2012

[doc] PAZ, PROPAGANDA Y TIERRA PROMETIDA + carátula + streaming


Clicar en la imagen para descargar la carátula

El documental analiza meticulosamente como es tratado el conflicto árabe-israelí por los medios de comunicación norteamericanos, desgranando el modelo de estrategia que emplea las relaciones publicas israelíes. El objetivo no es otro que plantearnos preguntas sobre el papel y la moralidad del periodismo y de cómo “el cuarto poder” puede convertirse en una marioneta política desapareciendo el principio fundamental del periodismo: la información veraz.

El video intenta mostrarnos una perspectiva más objetiva del conflicto sobre la ocupación que esta llevando a cabo Israel en la Franja de Gaza y que dura cerca de 40 años. Nos muestra la contienda vista desde una lente que no se fija solo en el bando árabe, si no que abre el campo de visión al grupo palestino.
Porque precisamente, lo que se detalla y examina es como los medios de comunicación estadounidenses olvidan al grupo que realmente esta oprimido en este conflicto, y como, mediante la manipulación de las informaciones, se puede hacer ver al atacante como victima.

Toda esta manipulación pasa por una escasez de cobertura real, ausencia de análisis y falta de emisión de imágenes. De hecho, parece existir un glosario de términos para referirse a los sucesos, ya que para los medios de comunicación americanos siempre son los palestinos aquellos que atacan, y por lo tanto los israelíes solo se “defienden”, y mientras los palestinos son “terroristas” armados con piedras, no se muestra la potencia militar de Israel. El conflicto, por todo esto, no se percibe como una ocupación militar del territorio por parte de Israel, o como un asentamiento colonialista, si no que solo lo percibe como un conflicto religioso, como un odio irracional.

El gobierno estadounidense aprovecha su intervención en el conflicto mostrándose como un mediador en búsqueda de la paz, cuando EEUU es el principal responsable de que se bloqueen las medidas del Consejo de Seguridad de la ONU sobre este conflicto, así como se ha convertido en el proveedor armamentístico y económico de Israel. Mientras políticamente Estados Unidos busca controlar el petróleo en Oriente Medio, para la opinión publica queda representado como un desinteresado actor.

Para comprobar que el documental no hace lo mismo que los medios estadounidenses y nos muestra solo una versión palestina se puede comprobar toda la información que se omite, la poca contextualización así como la omisión de cierto hechos en el periodismo norteamericano comparándolo con la prensa británica. Los medios ingleses son más neutrales en este conflicto, y cotejando un mismo hecho en ambos medios vemos que no se asimilan en casi nada, por lo tanto debemos reflexionar quien de los dos omite datos, y con la información facilitada en “Paz, propaganda y tierra prometida” podemos afirmar que es el caso de los medios de comunicación estadounidenses.

El mayor problema es que esta falta de objetividad periodística es uno de los factores mas importantes que no permiten que exista un verdadero camino hacia la paz entre los dos pueblos implicados, ya que mientras EEUU siga apoyando la política Israelí y con ello el respaldo de la prensa, poco puede cambiar la situación. Estados Unidos se ha convertido políticamente en un obstáculo para la paz en el conflicto israelo-palestino, siendo el apoyo político y armamentístico y este hecho es desconocido para los estadounidenses. Si la prensa hablase y tratase verazmente todos estos aspectos la política norteamericana sobre este asunto no tendría el respaldo de la población y podría existir un verdadero cambio en la población. Si la política estadounidense cambiase también lo haría el enfoque, pero si la prensa americana no da una mayor voz a los palestinos, terminara amordazándolos en su propio territorio.


PARA MIRAR EL DOCUMENTAL AHORA, CLICAR EN EL TRIÁNGULO (1h19m)